PARECE QUE LLUEVE

Ahora sí que está lloviendo en Bilbao,
es el siete de agosto y llueve como en mi infancia
delicadamente
e insistentemente, llueve llenando el aire de ees de
leves letras débiles, indecisas
como aquella mañana de tus trece años en Barambio
cuando no te atreviste a decirte a Charito que la querías, pero llueve
y aquello y tantas vicisitudes más que fueron descendiendo sobre tu vida como una mansa lluvia, ya no
tienen remedio,
ni dios lo remedia igual que aquella mañana en que no
te decidiste del todo en Herrera de Pisuerga junto
a sus senos tan frescos, llueve
veladamente, admirablemente, un poco transversalmente,
ah este Bilbao puñetero que si no fuese porque llueve
nos ahogaríamos todos de aburrimiento,
humo y beatería, pero llueve contra las torres de la
quinta parroquia, y qué le vamos a hacer si llueve
insistentemente
y, debes decirlo, delicadamente.

Blas de Otero.

Deja un comentario